Martes, 27 Enero 2009
Seminci 08: 'Animales de compañía'
‘Animales de Compañía’ es o bien un drama que pretende ser comedia o viceversa. He dejado pasar varias horas y aún no lo he averiguado. Lo que sí sé es que es una historia con más cabeza de lo que parece, con chistes intermitentes pero perfectamente calculados, y con un pesimismo subterráneo que aborda temas como la emancipación, la familia como obstáculo para ser uno mismo o incluso la inmigración, personificada en Luci, la asistenta que tienen en la casa. La cena familiar que tan alegre debería ser, no es más que el canalizador que todas las frustraciones, envidias y viejas rencillas que los miembros de la familia tienen consigo.
Tiene algunas actuaciones muy sólidas, como la de Rellán o un sorprendente Nancho Novo, que es el sustento de la tendencia humorística del film. Aunque su guión, predecible y sus limitaciones de escenario (la película al completo se desarrolla en el interior de la casa) la alejan mucho de ser una gran película, lo cierto es que ‘Animales de compañía’ sabe trascender sus ánimos de película digerible para aportarnos una visión muy ácida y hasta nihilista de los conceptos de amor entre hermanos, aceptación de la persona tal y como es, o el diálogo familiar. Además, ayuda que el guión lo haya escrito el propio Muñoz con su hermano Rodrigo, por la mala leche que se intuye.
Es una historia, a pesar de todo, libre de complejos, casi teatral. Una película, sobretodo, de actores, como se ve en las escenas de la cena en las que Muñoz ha tenido que dirigir a todo su elenco de forma simultánea. Los estereotipos sobre el rol de cada uno en la familia saltan a la vista, pero eso no impide que podamos tener una reflexión llana sobre la nuestra propia, a modo de espejo. ‘Animales de compañía’ es la película española más honesta que he visto en bastante tiempo, que sin utilizar demasiados tópicos patrios ni meterse en berenjenales tipo Guerra Civil o posguerra sabe abanderar nuestro cine con una sencilla propuesta. Para pasar un buen rato, y liberarnos de nuestra percepción a menudo idealizada de la familia.
Reacción del público: largo aplauso de un público entregado.
Tiene algunas actuaciones muy sólidas, como la de Rellán o un sorprendente Nancho Novo, que es el sustento de la tendencia humorística del film. Aunque su guión, predecible y sus limitaciones de escenario (la película al completo se desarrolla en el interior de la casa) la alejan mucho de ser una gran película, lo cierto es que ‘Animales de compañía’ sabe trascender sus ánimos de película digerible para aportarnos una visión muy ácida y hasta nihilista de los conceptos de amor entre hermanos, aceptación de la persona tal y como es, o el diálogo familiar. Además, ayuda que el guión lo haya escrito el propio Muñoz con su hermano Rodrigo, por la mala leche que se intuye.
Es una historia, a pesar de todo, libre de complejos, casi teatral. Una película, sobretodo, de actores, como se ve en las escenas de la cena en las que Muñoz ha tenido que dirigir a todo su elenco de forma simultánea. Los estereotipos sobre el rol de cada uno en la familia saltan a la vista, pero eso no impide que podamos tener una reflexión llana sobre la nuestra propia, a modo de espejo. ‘Animales de compañía’ es la película española más honesta que he visto en bastante tiempo, que sin utilizar demasiados tópicos patrios ni meterse en berenjenales tipo Guerra Civil o posguerra sabe abanderar nuestro cine con una sencilla propuesta. Para pasar un buen rato, y liberarnos de nuestra percepción a menudo idealizada de la familia.
Reacción del público: largo aplauso de un público entregado.