El ministerio del Tiempo
He de admitir que no tenía pensado hacer crónicas de El ministerio del tiempo, pero entre que me las pedisteis por tuiter, que la primera temporada son sólo 8 episodios y que la serie mola mil, pues me he animado. Además, como bien me dijo Abril, el Lope de Vega de Víctor Clavijo bien lo merece.
Así que, venga, recapitulando del episodio anterior: Alonso de Entrerríos, un soldado de Tercios de Flandes, y Amelia Folch, la primera universitaria del siglo XIX, son fichados por El ministerio del Tiempo, el único secreto español. Dicho ministerio se encarga de viajar atrás en el tiempo para mantener la historia como fue. A todo esto, Julián Martinez, un enfermero del SAMUR que perdió a su mujer hace unos años, acaba conociendo dicho ministerio e invitado a trabajar... quien dice invitado dice que Jaime Blanch le chantajea vilmente, pero con clase, para que no tenga opción. Los tres juntos salvan al Empecinado de un francés que quería cambiar la guerra de la Independencia, aparece Lola Mendieta, una funcionaria que creían muerta, por medio y no sabemos a qué juega y Julián usa las puertas del tiempo para volver a ver a su esposa y matarnos de amor.
Bueno, pues si todo ha quedado claro, vamos con el episodio 2. Y, sí, resumiendo el anterior me he sentido muy voz en off de Jane the Virgin, así que me molo mucho ahora mismo, xD.
Lisboa, Mayo de 1588, Miguel Rellán (que es amor desde que tengo uso de memoria) revisa la lista de pasajeros del San Juan y ve algo que le acojona tanto que va a su despacho y escanea dicha lista para enviarla al Ministerio. ¿Temerá que Mario Casas haya viajado en el tiempo y no sólo provoque otro cataclismo barquero sino que no deje de quitarse la camiseta? Ya veremos, pues de momento saltamos otra vez en el tiempo.
Miguel Rellán: Oh, mira, Rocamora, me han enviado al fin los últimos capítulos de Harry Potter y el misterio del... ¡Qué coño! ¡Dumbledore, noooooo!
Y es que Julián sigue llamando a su difunta esposa, pero en esta ocasión se coge el teléfono a sí mismo como si estuviera haciendo una La casa del lago pero con Sandra Bullock hablando con Sandra Bullock en lugar de Keanu Reeves. Tranquilos, que el espacio tiempo no colapsa... aunque la amenaza de Mario Casas en el San Juan sigue ahí... O no, porque entonces Irene recibe el fax de Miguel Rellán y descubrimos que Lope de Vega no se enroló en dicho barco, lo que supondría que moriría antes de lo debido y, creedme, eso sería una desgracia porque Lope, a su manera, mola un huevo.
A todo esto, Alonso y Amelia le están echando la bronca a Julián por la llamada intertemporal y el primer se viene un poco arriba. Es que el muchacho es un pelín intenso. Alonso les hace ver que, en realidad, todos sus seres queridos están tan muertos como la esposa de Julián, lo que deprime a Amelia, porque más que nada es verdad.
"Time isn’t a straight line from cause to effect. It’s more like a big ball of wibbly wobbly timey wimey… stuff."Explicación patrocinada por los nuevos yogures de natillas con pescado. Mmm, ¡yuimmy!
Total, que Salvador hace llamar al Trío Maravilla y examina a Julián sobre Lope de Vega y la Armada invencible. No es que Salvador le tenga manía a Julián cual profesor de colegio, sino que Alonso queda excusado por ser anterior y Amelia, de hecho, es una fangirl de Lope. Julián tiene el nivel de conocimientos que cualquier hijo de vecino tiene, así que catea el examen y Ernesto e Irene aprovechan para meterse muy disimuladamente con el sistema educativo español actual. Muy fan de los zascas que meten en esta serie, por cierto.
Para ahorrarnos el libro de texto, nos resumen muy bien la situación: el amigo Lope es un pieza de cuidado, que secuestró a la que será su mujer y, claro, el padre de la susodicha muy bien, muy bien no es que se lo tomara. Cosas raras que tiene la gente, oye. Por eso, le concede la mano a cambio de que Lope vaya a la Armada Invencible, a luchar contra la Pérfida Albión (vale, eso es de mi cosecha) y básicamente a que la palme. Sin embargo, Lope enroló en uno de los pocos barcos que sobrevivieron, así que la misión del trío es que o bien embarque en el San Juan o en otro que se escapara de la tragedia.
Así que, nada, Amelia y Julián se visten de época, no así Alonso porque sólo serán diecisiete años tras su "muerte". Vamos, que es el que va a la moda en este caso. Al cruzar la puerta aparecen en un barco y Alonso no se lo toma nada bien, porque eso de no tener los pies en tierra firme NO le mola un pelo. Al ver su reacción, Julián comenta que ahora entiende ciertas cosas... o tufillos. Por cierto, ¿soy la única mala persona que desea que lo suban a un avión?Alonso: ¡Estamos en un maldito barco! Lo noto en la tierra, lo huelo en el aire...Julián: ¡Hostia, si es la dama Galadriel! Aunque lo que hueles no es un barco precisamente... cof, cof, dúchate.
Miguel Rellán les recibe y sigue siendo un amor y les lleva al despacho que tiene junto al puerto para buscar a Lope en el registro. A Alonso lo de mirar papeles no le apetece y decide irse de vinos, aparentemente por motivos laborales. Vamos, que se escaquea para tomarse un piscolabis como cualquier funcionario. Qué bien se nos está adaptando el soldado. Mientras, Ameliapedia le explica a Julián que un terremoto destrozará Lisboa y que ni en su época se conserva lo que están viendo en ese momento.
Finalmente, tras mirar muchos papeles, descubren que Lope debe embarcar en el San Esteban, del cual lo único que saben es que es un galeón. Julián le pide a Miguel Rellán un ordenador y éste tiene uno y con conexión a Internet. En parte, envidio a este hombre, no sólo viaja en el tiempo, sino que puede ver cualquier cosa on-line, porque en esa época no estaban dando por saco con las leyes. Eso sí, a ver quien le envía vidas del Candy Crush al pobre.
Bueno, que me enrollo. Al comprobarlo en Internet, descubren que el San Esteban fue capturado por los irlandeses y todos murieron. Por si no tenían suficiente con encontrar a Lope para salvarlo, Amelia se da cuenta de que en la lista está Alonso.
Julián: Anda, se ha dejado el Skype abierto... Uy, juraría que conozco a esta rubia tan mona...Amelia: ¿Isa Queen forevah? Curioso nombre
.Por cierto, a todo esto, al enterarse de las malas nuevas, Salvador y Ernesto hablan sobre el tema: ¿cómo ha terminado Lope en el barco que no debe? Salvador cree que es azar, casualidad, el peor enemigo de todos porque son invisibles e imprevisibles, no como una persona de carne y hueso. Ahora bien, la pregunta es: ¿todo se debe a que Lope es tal pieza que hasta cambia la historia sin querer o, como diría Estela Reynolds, hay una mano negra detrás de todo?
De vuelta a nuestros protagonistas, están comentando el "misterio" del nombre de Alonso en la lista, cuando ven a Víctor Clavijo molestando a un tío en verso. Ya sabemos quién es, ¿no? Lope se pone a putear al tío y a ligar con una chica al mismo tiempo, mientras suelta versos, que Amelia reconoce. A Alonso Lope no le cae bien de primeras, pero detiene el enfrentamiento y se va con el soldado cornudo, mientras Amelia se acerca a Lope con cara de ir a pedirle un autógrafo. Yo creo que de tener un palo, y conocimientos, se habría hecho un selfie con él.
Lope: ¡Ja, esto te pasa por haberte llevado a Santi!Bernabé: ¡Pero si tú salías con Clara!
Lope tarda cero coma en ponerse a ligar con Amelia, que supuestamente es la mujer de Julián. ¿Si eso le importa a Lope? Pues no, para nada. Ella, por su parte, intenta resistirse, pero poco a poco va cayendo. No puedo decir que no la entienda, porque a mí Víctor Clavijo se me pone en plan latin lover y no es que pudiera pensar con claridad. A todo esto, Julián ya está más que harto de Lope y de que hable en verso y le hace un zasca de la hostia recitando Maneras de vivir de Rosendo. ¡Toma ya, eso es clase! Amelia no parece ser fan de Rosendo, no así Lope que se queda impresionado, y larga a Julián no muy disimuladamente.
A Amelia se le ocurre un plan para salvar a Lope: se dejará seducir por él y, en cuanto se queden a solas, Alonso le dejará grogui para meterlo en el barco donde debería haber estado. Están comentando todo eso, cuando Alonso se da cuenta que un tío les está mirando, así que se pone en plan encantador con él... y como estamos hablando de Alonso, quiero decir que se pone chungo y le llama "gaznápiro". Ni que decir tiene que a partir de ahora es uno de mis insultos favoritos ever, tan sólo superado por el mitiquísimo "hijo de mil zorras" de Galba.
Entonces el trío se separa: mientras Amelia se va a dar una vuelta (y Lope le monta un falso ataque para salvarla y seducirla... no sabe ni nada el amigo Lope. Yo tengo la teoría de que Lope es el antepasado de Barney Stinson y ese requiebro inició el Playbook), los chicos se van a una taberna en busca de Alonso de Entrerríos 2.0.
Al encontrar a Alonso 2.0., se van a hablar con él y, claro, Alonso no puede usar su nombre, pero por suerte Julián es rápido y le encuentra un alias estupendo: Diego Alatriste. Total, que Alonso 2.0. a pesar de ser joven está muy convencido de luchar, incluso si así va a morir, porque quiere honrar a su difunto padre, que es... ¡Sí, Alonso! Era un poco predecible, pero da igual, porque eso pone a Alonso en una situación un tanto jodida, que demuestra que karma is a bitch.
Alonso necesita estar solo, así que se va, diciéndole a Julián que se encontrarán donde Miguel Rellán. Julián va ahí y Miguel Rellán le explica que cuando Lope no se presente en la nave, le sentenciarán a muerte, pero le conmutarán la pena a cambio de que se embarque en otra porque se necesitan soldados... o carne de cañón que dice Julián. Cuando Miguel Rellán se marcha a hacer sus cosas, Julián se queda solo a esperar y está tan aburrido que se pone a leer sobre Lope.
Mientras tanto, Alonso va a ver a su hijo, que le cuenta que su padre murió en batalla y que está tan orgulloso de él que por eso quiere luchar. También le cuenta que su madre se volvió a casar, fue feliz, pero nunca le olvidó. El muchacho explica que lo único que lamenta es que su padre no lo vea en ese momento y el pobre Alonso decide emborracharlo y, jo, es que Nacho Fresneda está tan bien. Ay, esas lágrimas en los ojos, en serio, me mata este hombre. Me mata.
Por su parte, Amelia sigue dándole carrete a Lope, que le cuenta lo sucedido... a su manera: véase, que una tormenta le impidió llegar a tiempo de alistarse en el San Juan. Quien dice tormenta, dice que el vividor follador y escritor se estaba trajinando a una chica. Después, Lope usa la carta de poder morir en batalla para seducir a Amelia, que al final acaba cediendo.
Julián, al mismo tiempo, se ha quedado dormido esperando, pero le despierta una llamada de Irene para comprobar qué tal está todo. Julián le miente con naturalidad, pero Irene no se queda muy tranquila y Ernesto cree que deberían ir a echarles una mano, aunque Salvador se lo impide. Julián, entonces, decide ir en busca de Lope y la chica a la que Lope había dejado por Amelia, le cuenta lo sucedido, así que Julián se presenta en la habitación clamando ser el servicio de habitaciones. Cuando Lope le pregunta qué es eso, Julián le arrea con la puerta y suelta: lo que me sale de los cojones. En serio, este hombre es grandeza de la buena.
Amelia se pone a la defensiva en cero coma, pero Lope se lo toma en plan zen, aunque le avisa a Julián que tenga cuidado porque es un tío duro... pero éste le noquea de un cabezazo. Amelia protesta porque le ha pegado y porque es un machista, por lo que Julián alucina, ya que Lope tuvo quince hijos de distintas mujeres. Amelia lo excusa diciendo que es de otra época, pero según Julián un cabrón lo es en cualquier época, al igual que una ingenua porque, sí, ella lo es. ¿O es qué acaso no ha pensado qué pasaría si se queda embarazada? Porque si cuenta que el padre es Lope de Vega, va a acabar fatal. Además, según Julián, aunque las mujeres han evolucionado, los tíos siempre quieren lo mismo. Al sacar ese tema, Amelia se da cuenta que, aunque no lo haya dicho con el mayor de los tactos, el hombre tiene razón. Así que, nada, se ponen en marcha y llevan a Lope junto a Miguel Rellán, encontrándose con Alonso 2.0. inconsciente y una nota diciendo que no se preocupen, que habrá un Alonso de Entrerríos en el barco. Julián deduce en cero coma lo que ha ocurrido y en la misma cantidad de tiempo Amelia decide que tienen que ir a por su Alonso y salvar al hijo. Miguel Rellán dice que él no escucha, ni ve nada, vamos, que les apoya. Así que, tras drogar a Lope para evitar que se meta en más líos, van a la taberna en busca de Alonso. El hombre está más pedo que Alfredo y, por si no fuera lo suficientemente terco, ahora atiende menos a razones y estás más que dispuesto a morir en lugar de su hijo. Amelia intenta que vaya con ellos, pero Alonso está on fire y cree que el que las mujeres manden es una necedadA mí es que este hombre me pone esa cara y yo sólo le abrazo, diciéndole que todo saldrá bien.
Cuando Amelia escucha eso, comenta que a veces le daría con una silla en la cabeza y a Julián le parece una forma tan buena como cualquier otra para dejarle grogui. Entonces el ambiente en la taberna se enrarece, por eso de que ha zurrado a un soldado, pero Julián es un tío de recursos y saca una bolsa de dinero para quien le ayude a llevar a Alonso. Los soldados empiezan a pelear por la bolsa, lo que impide que les hagan nada, aunque, eso sí, Julián y Amelia deben arrastrar a Alonso ellos solitos.
Al día siguiente, Lope despierta tirado en la calle. Aunque sale corriendo para el puerto ha perdido el barco, al igual que Alonso 2.0., así que Miguel Rellán los condena a pena de muerte y se las conmuta a cambio de enrolarse en el San Juan... donde han quedado plazas vacías por una pelea en la taberna. Muy fan del detalle. Además, Miguel Rellán le pide a Alonso 2.0. que canguree a Lope hasta que embarque en el San Juan. Así que Alonso 2.0. se va con Lope, ignorando sus proposiciones de ir a tabernas y, de hecho, convenciéndole al estilo de su padre, con chunguez, vamos.
Lope: ¿Sabes, Alonso 2.0.? Creo que este el comienzo de una gran amistad... ¡Hostia, qué frase más mítica me ha salido!
Por su parte, Alonso despierta en el camarote de Miguel Rellán y Julián le está velando. De paso, le pone al día de lo sucedido y de que han salvado a Alonso 2.0., que de hecho fue Amelia la ideóloga del plan, así que deje de quejarse de que las mujeres mandan. Alonso no se acuerda de nada de lo ocurrido, ni siquiera de por qué le duele la espalda, así que Julián se lo cuenta y le da unas aspirinas.
El trío se despide de Miguel Rellán, que les dice que nadie sabe de qué época es Ernesto y también les felicita y le asegura a Alonso que le guardará el secreto. De vuelta al Ministerio, Alonso le pide a Julián el libro de las puertas y, después, informan a Salvador de cómo ha ido todo. Ni Irene ni Ernesto creen que han sido sinceros del todo, pero Miguel Rellán estaba muy contento con la patrulla y Salvador lo da por bueno, aunque cree que están ocultando algo... lo que hacen todos
.Representación gráfica de la menda cada vez que Miguel Rellán aparecía en pantalla.Por cierto, aprovecho para pedir que tanto él como Lope regresen en la segunda temporada.
De vuelta a sus vidas, Julián llama de nuevo a su mujer, Amelia se pone a leer La dama boba de Lope y Alonso va a ver a su hijo, cuando éste es un niño, para darle algo de dinero. De ahí que, cuando se conocen, a Alonso 2.0. le sonaba su padre.
Además, en este episodio hemos tenido una trama secundaria, que ha profundizado en Angustias, la secretaria de Salvador. La mujer ha estado bastante rara, con los ojos llorosos, algo que ella achacaba a un resfriado, pero Ernesto no la ha creído. Cuando se lo comenta a Salvador, éste opina que es un paranoico y hacen una apuesta: si sólo es un catarro, Ernesto le dará 100 euros a Salvador, pero si es otra cosa, será al revés.
Ernesto vigila a Angustias que cruza una puerta hacia su época y, cuando vuelve, Ernesto la está esperando. Por cierto, que como mola este hombre. En serio. Yo quiero verle pateando culos. Total, que Angustias le cuenta su historia: ella creía estar casada con un funcionario normal y corriente, pero no, era un funcionario del tiempo... y un mormón de corazón, porque tenía otras dos mujeres en épocas distintas. Salvador, al enterarse, contrató a Angustias porque había sido secretaria, que en su época era todo un lujo y lo había dejado por su marido.
Después, Angustias descubrió que su marido murió solo cual perro en la casa donde habían vivido juntos y lo que había hecho era ir a acompañarle y, de paso, coger ciertos objetos personales de él. Ernesto parece un poco avergonzado por todo lo sucedido, le permite quedarse las cosas y le da la razón a Salvador, además de los 100 euros.
Y vale que ha sido una trama cortita, pero ha sido muy interesante, porque en esta serie te cuentan mucho de los personajes secundarios con pequeños detalles. Y, además de conocer la historia de Angustias, me ha gustado ver esa otra faceta de Ernesto, el cual mola mucho. En serio, si es que soy muy fan de casi toda esta gente.
Bueno, la crónica llega hasta aquí (es tan larga que debería daros un caramelo si habéis llegado hasta aquí), así que me despido, diciendo, eso sí, que el próximo episodio tiene pintaza (luchar contra los nazis siempre mola) y que mi intención es publicar las crónicas los martes, pero estoy con las clases de conducir y cada día las tengo a una hora distinta, así que no prometo nada.